lunes, 26 de marzo de 2012

Saber vivir

Autor desconocido

U
n profesor, delante de los alumnos de su clase de filosofía, sin decir una palabra, cogió un bote grande de vidrio y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.

El profesor cogió una caja llena de perdigones y la vació dentro del bote. Estos llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar de nuevo a los estudiantes si el bote estaba lleno, y ellos volvieron a contestar que sí.

Después el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del bote. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor volvió a preguntar de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes le respondieron con un sí unánime y rotundo.

El profesor, rápidamente, añadió dos tazas de café al contenido del bote y, efectivamente, llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían. Cuando la risa se fue apagando, el profesor les dijo:

“Quiero que os fijéis en que este bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes, como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, cosas que te apasionan. Son cosas que, aunque perdiéramos el resto y sólo nos quedasen estas, vuestras vidas aún estarían llenas.

Los perdigones son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche… La arena es el resto de las pequeñas cosas.

Si primero pusiéramos la arena en el bote, no habría espacio para los perdigones, ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizáramos todo nuestros tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendríamos nunca lugar para las cosas realmente importantes. Prestad, pues, atención a las cosas que son cruciales para vuestra felicidad.

Juega con tus hijos, concédete tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favorita. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa, para reparar la llave del agua. Ocúpate primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente te importan. Establece tus prioridades. El resto es arena”.

Uno de los estudiantes levantó la mano y le preguntó qué representaba el café. El profesor sonrió y le dijo:

“Me encanta que me hagas esa pregunta”. El café es para demostrar que, aunque tu vida te parezca llena, siempre hay un lugar para dos tazas de café con un amigo”.

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