miércoles, 28 de agosto de 2019

Rescate humanitario



Por Robert Newport

22 agosto 2019

Existen comportamientos políticos que desbordan la comprensión de los ciudadanos de a pie. El buque Open Arms, que pertenece a la ONG española Proactiva Open Arms, dedicada al rescate en el mar, permaneció fondeado 19 días, frente a la isla italiana de Lampedusa, con más de un centenar de migrantes a bordo, a la espera de que las autoridades italianas autorizaran su desembarque.

Es cierto que en algunos medios se cuestiona la labor humanitaria de la citada ONG. No estoy en condiciones de asegurar o desmentir esas informaciones. Porque no todo es blanco o negro. Siempre hay, entre ambos, una amplia gama de tonos grises. En cualquier caso, hombres, mujeres y niños, víctimas de las mafias organizadas, migrantes que huyen de las guerras, de las persecuciones y de la miseria, que arriesgan sus vidas a bordo de frágiles embarcaciones —verdaderos «ataúdes flotantes»—, tienen todo el derecho a ser rescatados de una muerte segura en el Mediterráneo. Ese mar que, ajeno a los conflictos bélicos y oscuros intereses políticos, se ha convertido en una olvidada «fosa común». Esto me trae a la memoria una frase lapidaria, cuya vigencia no tiene fecha de caducidad: «En la tumba del marino no florecen las rosas».

Estos lamentables e indignantes episodios migratorios, evidencian la inestabilidad de los países de origen, inmersos en absurdos e interminables conflictos territoriales. Mientras tanto, sus gobernantes, inmorales y corruptos hasta la médula, amasan fortunas indecentes. Así las cosas, la empobrecida población, cada vez más asfixiada, desesperada y sumida en la más absoluta miseria, ve en la emigración la única salida.


Publicado en ‘La Voz de Galicia’ y en ‘La Región’ (29.08.2019) y en ‘Faro de Vigo’ (30.08.2019), en la sección ‘Cartas al Director’