jueves, 21 de octubre de 2021

La furia de Vulcano






















20 octubre 2021
Por Robert Newport

Después de 50 años, ha vuelto a rugir. De nuevo ha vuelto a vomitar materia candente, sepultando todo lo que encontraba a su paso en su incesante avance hacia el mar…

El pasado 19 de septiembre, a las 15:13 horas (hora insular), el suelo tembló, se oyó un rugido… Y entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja de la isla canaria de La Palma, llevándose por delante casi dos mil edificaciones: viviendas unifamiliares, iglesia, fábricas, almacenes… También plantaciones y carreteras.

Las imágenes son sobrecogedoras. Las enormes lenguas de lava (coladas) —algunas de 6 metros de altura—, engullían las edificaciones, una tras otra, con voracidad pantagruélica, ante la mirada atónita de sus propietarios, que veían con impotencia como sus casas desaparecían.

Ha transcurrido un mes desde que el volcán Cumbre Vieja despertó de su letargo, sembrando destrucción y convirtiendo la isla en un infierno. Ahora, los topógrafos tendrán que hacer nuevas mediciones y levantar nuevos planos topográficos. Y los cartógrafos se verán obligados a realizar nuevas cartas geográficas. A partir de ahora, la isla de La Palma ya no será la misma.

Cuando la caldera aplaque su furia y la tierra deje de temblar, lo urgente, lo importante —en este caso los dos conceptos son complementarios—, será normalizar la situación de los propietarios que perdieron sus viviendas, industrias y plantaciones. Y habrá que reconstruir, entre otras, las infraestructuras viarias. No va a resultar tarea fácil. Pero, sobre todo, habrá que precisar si lo que se ejecute garantiza la seguridad.

La inestabilidad sísmica y volcánica de la isla puede desaconsejar volver a construir viviendas. Y en este sentido, vulcanólogos y geólogos tendrán mucho que decir. Porque, como todos sabemos, el archipiélago canario, del mismo modo que otros archipiélagos, tiene su origen en erupciones volcánicas submarinas. Y los volcanes siguen estando ahí.

Con el paso del tiempo, el suelo magmático se tornará fértil y productivo. Y La Palma volverá a ser un vergel. Pero habrá que esperar.

Publicado en ‘La Región’ (23.10.2021 y en ‘Faro de Vigo' (09.11.2021), en la sección  ‘Cartas al Director’