sábado, 29 de octubre de 2022

La guerra sin fin



Por Robert Newport

27 octubre 2022

La guerra en Ucrania no parece que vaya a tener un final ni a corto ni a medio plazo. El pasado miércoles día 26, se cumplieron 245 días desde el inicio de la invasión, y Rusia continúa con su campaña de bombardeos de largo alcance, ahora con drones kamikaze de supuesta fabricación iraní. Esperemos que el delirio del presidente ruso no lo induzca a pulsar el «botón rojo».

El enfermizo empecinamiento de Vladimir Putin está desestabilizando la economía mundial, obstaculizando los suministros energéticos y alimentarios. Una guerra ilegal, tan inútil como innecesaria, que, como todas las guerras, causa destrucción y muerte. Daños colaterales con víctimas inocentes que, como siempre, pagan con su vida las consecuencias —los «platos rotos»— de la sinrazón. Como decía el historiador y geógrafo griego, Heródoto: «En la paz, los hijos entierran a sus padres. En la guerra, los padres entierran a sus hijos».

Y mi bisabuelo siempre citaba la copla: «Loco estaba el mundo/cien años atrás,/loco lo encontramos,/ sigue y seguirá».

Todo apunta a que el provocador presidente Putin, pretende una confrontación bélica con los Estados Unidos y Europa para exhibir todo su supuesto potencial armamentístico. Llegados a ese extremo, el coste en vidas humanas sería impredecible. Y el primer misil tendría que acertarle a él en el «orificio de deyección» y ponerlo en órbita «per sécula seculórum». Soy consciente de que esto puede considerarse políticamente incorrecto. Pero convendrán conmigo que, apelando al refranero popular gallego, «morto o can, acabouse a rabia».

       

Publicado en ‘La Región’ (01.11.2022) y ‘Faro de Vigo’ (18.11.2022), en la sección ‘Cartas al Director’

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