martes, 13 de marzo de 2012

Chequeo a la Sanidad Pública


Por Robert Newport
08 mayo 2008


L
a crónica de Susana Peña y el artículo de Xosé Carlos Caneiro (La Voz, jueves 8 de mayo) sobre el caso de un paciente con desprendimiento de retina, que tuvo que acudir a la sanidad privada para someterse a una operación urgente de necesidad, es seriamente preocupante y -como dijo aquel piloto de aviación a los pasajeros- el que sea creyente que empiece a rezar. Porque, efectivamente, encontrarse en una situación como la de este hombre, es para echarse a temblar.

El SERGAS (Servicio Galego de Saude), como responsable de mantener y mejorar el estado de salud de los ciudadanos, podemos decir que presenta un cuadro clínico con una sintomatología de grave carencia operativa; producida, presumiblemente, por una manifiesta incapacidad de gestión, que dificulta el normal funcionamiento de la estructura orgánica de la atención sanitaria.

La política sanitaria ha de hacerse en función de las necesidades del núcleo de población al que va dirigida, dotando de medios humanos y materiales                  –facultativos, ATS, auxiliares y tecnología- a los servicios de atención primaria y a los complejos hospitalarios, con el fin de agilizar los diagnósticos, las urgencias y las intervenciones quirúrgicas. De esta forma se reducirían ostensiblemente, de una puñetera vez, las saturadas “listas de espera”. ¿Qué, para lograrlo, hace falta dinero? Naturalmente. Por ello, hay que evitar el despilfarro en iniciativas superfluas y en obras faraónicas innecesarias, establecer un orden racional de prioridades y dedicar lo que sea preciso del erario público, para salvaguardar lo que intrínsecamente nos pertenece: la salud y la vida.

(Publicado en la sección "Cartas al director" de "La Voz de Galicia", el 12 de mayo de 2008)




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