Por Robert Newport
29 febrero 2008
V
|
arios días después de la confrontación Zapatero-Rajoy,
todavía sigue habiendo opiniones de toda índole, y de amplio espectro, en todos
los medios de comunicación. Los comentaristas, no siempre imparciales, destacan
la actuación de uno u otro candidato en función de sus preferencias políticas.
Es decir, igual que la mayoría de los ciudadanos pero con la diferencia de que
sus opiniones tienen el peso específico suficiente para influir en las decisiones
de los demás; sobre todo en las de aquellos que tienen serias dudas al
respecto. Sin embargo, si analizamos este primer debate con el suficiente rigor
y la necesaria seriedad, llegaremos a la conclusión de que en las
intervenciones de los candidatos -exposición, réplica y contrarréplica-, todos
los contenidos fueron los mismos que hemos visto y oído en las múltiples comparecencias que tuvieron
a lo largo de toda la legislatura. Incluidos ¡cómo no!, los insultos, los
reproches y las descalificaciones.
Dicho lo anterior, no podemos -ni creo que debamos- hablar
de ganadores y perdedores, sino de comportamientos: un Rajoy agresivo y
descalificador, con argumentaciones radicales y trasnochadas, y un Zapatero
moderado y correcto -acorralado en
algún momento- que se defendió con prudente audacia, recurriendo a los tópicos
que le caracterizan.
El próximo debate sigue siendo una incógnita, como también
lo es la estrategia que emplearán ambos contendientes, pero no tengo ninguna
duda sobre la decisión de voto de los ciudadanos que, con debates o sin ellos,
lo que sí tienen muy claro es a quién no van a votar el próximo 9 de Marzo.
Esperemos no equivocarnos.
(Publicado en la sección "Cartas al director" de "La Voz de Galicia", el 2 de marzo de 2008)
(Publicado en la sección "Cartas al director" de "La Voz de Galicia", el 2 de marzo de 2008)
___________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario