“Revista Colegial” núm. 4 – 2º trimestre 1997
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a aparición de nuevas tecnologías y su aplicación
en los estudios de delineación y oficinas técnicas, ha modificado la formación
del delineante y del proyectista, eliminando paulatinamente el dibujo manual.
El sistema CAD (Dibujo
Asistido por Ordenador), simplifica y agiliza la confección de planos. Las
correcciones se realizan en un tiempo mínimo, permitiendo regresar al dibujo
original si la modificación introducida no fuese satisfactoria.
También esta herramienta electrónica puede
almacenar en su memoria o biblioteca, una serie de elementos de uso común en el
trabajo diario, como pueden ser: ventanas, chimeneas, muebles, tornillos,
tuercas, componentes electrónicos... y un largo etcétera, para utilizarlos
repetidamente en cualquier momento, sin necesidad de dibujarlos cada vez.
Todo evoluciona y atrás quedan incontables horas de
prácticas, a lápiz y a tinta, hasta conseguir dominar los distintos útiles de
dibujo: El tiralíneas, al que alguien llamó piedra
filosofal del dibujante técnico. Genuinos instrumentos de precisión como el
compás y la bigotera loca, llamada también bailarina.
La escuadra y el cartabón, piezas fundamentales en el arsenal del dibujante
técnico y también la plantilla de curvas, conocida como el loro en el argot profesional. Los doble y triple decímetros, el
escalímetro y el transportador de ángulos, excelentes instrumentos de medida.
Finalmente, el paralelógrafo o Paralex.
El tecnígrafo, verdadero buque insignia del delineante y del proyectista. Las
plumillas Graphos y los actuales
estilógrafos o plumas técnicas, sustituyendo al emblemático tiralíneas, con los
que se agiliza ostensiblemente el trazado uniforme de líneas en sus diferentes
anchos.
Las prácticas realizadas con todos los instrumentos
mencionados, además de una sólida formación teórica, han contribuido
–contribuyen- a que el delineante, consciente o inconscientemente, imprima
cierto carácter y personalidad a sus trabajos.
El ordenador, a pesar de su rapidez, pulcritud y
precisión incuestionables, no puede evitar que su comportamiento resulte
aséptico e impersonal.
A los que como yo, la informática y el sistema CAD
nos ha cogido un poco a contrapelo –más bien con poco pelo-, que a duras penas
sabemos operar con un procesador de textos y poco más... continuaremos
defendiendo ese instrumental que tanto nos ha ayudado –continúa ayudándonos- en
nuestra profesión.
Cuando se fundan los fusibles y la corriente
eléctrica cese en su recorrido por los hilos conductores, seguiremos teniendo a
nuestro lado, siempre dispuestos y en primera línea, el PORTAMINAS, el ESCALÍMETRO,
la ESCUADRA , el CARTABÓN...
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