jueves, 30 de abril de 2020

Actuando con responsabilidad





Por Robert Newport
30 abril 2020


Estamos sumidos en una realidad anómala que, fulminando nuestros esquemas y comportamientos, nos tiene absolutamente desconcertados y muy preocupados. Porque, a pesar de todas las precauciones: lavarnos las manos frecuentemente hasta desgastar las huellas dactilares, y mantener la preceptiva distancia con los demás, provistos de guantes desechables y mascarilla, cuando salimos al súper o a la farmacia, vivimos con la permanente incertidumbre de un posible contagio. Y siempre hay algún cretino irresponsable que, al vernos tan pertrechados, esboza una sonrisa sarcástica.

Esta pandemia nos ha cogido a todos con el «paso cambiado», tanto a los gobiernos como a la OMS. Sin embargo, los ciudadanos, en su inmensa mayoría, estamos actuando con responsabilidad. Aunque, como la picaresca y la falta de respeto hacia los demás están siempre presentes en cualquier ámbito y circunstancia —y en esta ocasión no iba a ser diferente—, nunca faltan quienes creen estar por encima del bien y del mal —imbéciles los hay en todas partes—, y las medidas preventivas se las pasan por el «Arco del Triunfo».

Y qué les voy a contar del confinamiento. Cada cual lo lleva como puede: unos, con resignación franciscana; otros, con un cabreo mayúsculo y permanente; y algunos, como no podía ser de otra forma, lo ignoran por completo. Porque en una sociedad plural, como en botica, tiene que haber de todo.


Publicado en ‘La Voz de Galicia’ (01.05.2020), ‘La Región’ (02.05.2020) y ‘Faro de Vigo’ (04.05.2020), en la sección ‘Cartas al Director’




2 comentarios:

  1. Yo soy la de los cabreados. Hago lo de siempre pero me faltan ganas e ilusión. Y me canso. Ahora es cuando siento los años y no es porque los tenga...Hace dos meses no los sentía. Parece que pretenden quitarme poco a poco mis derechos, llevo 18 años sola y aguanté, me siento acorralada. Amigo mío no sé si me entiendes. Un abrazo

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    1. Claro que te entiendo, amiga mía. Pero estamos viviendo una extraña realidad, que nos condiciona y coarta nuestra libertad personal en beneficio de todos. Un abrazo.

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