lunes, 11 de mayo de 2020

Distancia social


Por Robert Newport
10 mayo 2020

Esta pandemia del COVID-19, ha propiciado que el lenguaje político utilice palabras y expresiones cuyo significado no se ajusta a la realidad que se desea reflejar. Así, para referirse a la distancia que, por razones obvias, hemos de respetar con otras personas, han acuñado la efectista expresión «distancia social», repetida hasta la saciedad en el ámbito político y periodístico, que adultera el lenguaje con irreflexiva justificación circunstancial.

Consecuentemente, considero que «distancia social» debe interpretarse como desafección colectiva o desafección social. Y en ese concepto o sentimiento, absolutamente inconmensurable, no tiene cabida el Sistema Métrico Decimal. La desafección no puede medirse en metros.

Convendrán conmigo que, como medida cautelar ante probables contagios del coronavirus, evitar el contacto cercano con otras personas sería más apropiado denominarlo: «distancia de seguridad interpersonal». Es decir, observar una actitud responsable de colaboración con los demás, respeto social, solidaridad y empatía.

Publicado en ‘La Región’ (14.05.2020), en la sección ‘Cartas al Director’


Dedicatoria

A mi querido amigo, Paco Salgado, en agradecimiento por su aportación semántica para escribir este artículo.

2 comentarios:

  1. Hola Roberto, sería muy interesante hacer una lista de palabras que nos están obligando a escuchar todos los días y también a intentar comprender. Llevo una temporada con el diccionario a vueltas. También escuchando a jóvenes periodistas que me hacen rechinar los dientes... Al menos si aprendieran valdría la pena. Empiezo a sentirme agotada. Y no me de dejan ir a Tomiño... Un abrazo

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    1. Comprendo tu desconcierto, Marité, porque también es el mío. Nuevas palabras, nuevas expresiones, que la RAE todavía no contempla. Aunque, como tú sabes, con el uso, si una nueva palabra está bien estructurada de acuerdo con la morfología, llegará a incorporarse al Diccionario de la Lengua.
      Es cierto, sin embargo, que en nuestro idioma existen palabras más que suficientes para expresar sensaciones, sentimientos, situaciones… sin necesidad de «inventar» palabros superfluos. Pero el lenguaje político, por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, siempre busca rizar el rizo lingüístico, en una clara intención de confundir a la ciudadanía.
      Finalmente, amiga mía, también comprendo tu indignación, impotencia y rabia contenida, por no permitirte ir a Tomiño. De todos modos, por responsabilidad ciudadana, hemos de respetar las recomendaciones de las autoridades sanitarias. ¡Por el bien de todos! Un abrazo.

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