02 enero 2017
Has
sido un año nefasto, como tantos otros, en el que los casos de corrupción
tuvieron una gran relevancia, las víctimas mortales de la violencia machista
superaron el medio centenar, y las ocasionadas por los accidentes de tráfico
sobrepasaron a las del año anterior. Han perdido la vida 3.800 refugiados -¡un
triste récord!-cuando trataban de cruzar el Mediterráneo. Donald Trump ha sido
elegido presidente de los Estados Unidos. Han fallecido, entre otros, los
cantantes Prince y Leonard Cohen. También han fallecido las actrices, Carrie
Fisher (la princesa Leia de Star Wars),
y su madre, Debbie Reynolds, inolvidable protagonista de Cantando bajo la lluvia. Ha ganado el Brexit en el Reino Unido. Se
ha producido un golpe de Estado en Turquía, y atentados en Niza, Estambul,
Berlín... Hemos tenido elecciones generales, y autonómicas en Galicia. Y
además, aunque se considere una frivolidad, en la lotería de Navidad no me tocó
ni un triste reintegro. Definitivamente, fuiste un mal año. Muy malo. Así que,
además de poner todo mi empeño en olvidarte, te digo adiós per saecula saeculorum.
Ahora empieza un nuevo año, que, parafraseando a
José María Pemán, es una pregunta que le hacemos al destino. Aunque me temo que
seguiremos instalados en este bucle sin fin que nos hace tropezar, una y otra
vez, en la misma piedra. Porque el Partido Popular, capitaneando en precario la
nave del Estado, continuará proponiendo y aplicando nuevos recortes e
impuestos. El Partido Socialista, cada vez más disperso en sus conflictos
internos, tendrá serias dificultades para enderezar el rumbo. Y Unidos Podemos,
cuya bicefalia aparenta estar inconexa, continuará desorientando a sus
populistas correligionarios.
Así las cosas,
extinto año 2016, espero, por el bien de todos, que no se cumpla el
refrán ‘Otro vendrá que bueno me hará’. ¡Bienvenido, 2017!
[Publicado
en 'La Voz de
Galicia' (03.01.2017), en versión reducida, en la sección 'Cartas al Director']
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