Por Robert Newport
29 enero 2017
Según manifestó el ministro de Energía, Álvaro Nadal, el Gobierno no intervendrá en el precio de la luz. Esta declaración vino a confirmar lo que todos sospechábamos y temíamos: continuaremos pagando la electricidad al precio que, aleatoria y unilateralmente, determinen las compañías eléctricas.
Sin suministro eléctrico, sin ese flujo energético intangible, ya no podemos desarrollar ninguna actividad en nuestra vida cotidiana. Las operadoras lo saben -¡cómo no!-, y aprovechan esa circunstancia para poner unos precios abusivos en las facturas de la luz que ninguna economía doméstica media puede soportar.
Pero nuestro Gobierno se desentiende, sin sonrojarse, dejando al ciudadano desvalido, ‘solo ante el peligro’. Aunque esto no debería sorprendernos, pues intuimos que nuestros gobernantes nunca se enfrentarán abiertamente a las todopoderosas compañías eléctricas. Porque, de igual modo que algunos de sus predecesores, en un futuro inmediato pueden hallar en ellas su retiro dorado. Esto hay que decirlo alto y claro. Sálvese quien pueda, y el último que apague la luz.
[Publicado en ‘La Voz
de Galicia’ (30.01.2017) y en ‘Faro de Vigo’ (31.01.2017), en la sección
'Cartas al Director']
No se que decir...repasando mis recibos (que los tengo desde hace 35 años ( y lo hago para tirarlos) me he encontrado con los que pagaba en Pontevedra año 1980 con una media de 9000 pesetas al mes. Hace 10 años aquí en Ferrol con gas incluido una media de 8000 psesetas al mes. Hace dos años con gas natural incluido 80€ y el año 2016 75€. Y temgo que unir la queja de que desde que tengo a mi hija y a mis nietos hay regletas cargando toda la noche tabletas, móviles y ordenadores. Además de que mi nieto el pequeño duerme con la luz encendida y yo dejo la del pasillo también porque necesito ver alguna claridad...Me temo que no estemos muy de acuerdo. ¡demasiado ruido! A ver lo que pasa ahora con los nuevos contdores...Un abrazo
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