Por Robert Newport
07 octubre 2016
Después de muchos dimes y diretes en el seno del Partido Socialista, su secretario
general, Pedro Sánchez, presentó la dimisión. Que esto ocurriera era sólo
cuestión de tiempo. Su reiterada negativa a facilitar la investidura de Mariano
Rajoy, precipitó los acontecimientos. Aunque, en cierto modo, comprendo su
empeño en el ‘no es no’, con el que ha demostrado coherencia con su forma de
entender la política de partidos. Tal vez se haya empecinado excesivamente en
impedir que Rajoy pudiera repetir como presidente del Gobierno. Tal vez,
también, se haya excedido en los insultos y descalificaciones a su adversario
en aquel primer debate televisivo: Mariano Rajoy vs Pedro Sánchez. Y aquello
mereció mi más enérgica reprobación. Tal vez, cómo no, su actitud egocéntrica
le haya pasado factura (IVA incluido). Sin embargo, es público y notorio que en
el Partido Socialista existen claras desavenencias internas, lo que evidencia
unas preocupantes y poco saludables ‘intrigas palaciegas’. Así las cosas, una comisión gestora dirigirá el partido hasta el nombramiento
de un nuevo secretario general.
Ahora, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en el Partido Popular se estarán frotando las manos. Pues, como dice el refrán: ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’. Y es que, en situaciones confusas y desavenencias ajenas, siempre hay quienes obtienen beneficio de tales circunstancias. De manera que, no por mérito propio sino por demérito de su adversario, Mariano Rajoy puede tener el camino despejado para presidir, nuevamente, el Gobierno de España. O, tal vez, no. Ya veremos.
Ahora, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en el Partido Popular se estarán frotando las manos. Pues, como dice el refrán: ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’. Y es que, en situaciones confusas y desavenencias ajenas, siempre hay quienes obtienen beneficio de tales circunstancias. De manera que, no por mérito propio sino por demérito de su adversario, Mariano Rajoy puede tener el camino despejado para presidir, nuevamente, el Gobierno de España. O, tal vez, no. Ya veremos.
[Publicado
en 'La Voz de
Galicia' (09.10.2016), en la sección 'Cartas al Director']
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