Por Robert Newport
04 junio 2017
Carles Capdevila tenía 51 años, y una fértil trayectoria periodística en prensa, radio y televisión. Pero su faceta de divulgador y conferenciante sobre la educación de los hijos, le confirió gran relevancia.
Su relajado sentido del humor y su sabiduría, hicieron
de Capdevila un maestro de la ironía, sutil y amable ironía, en sus divertidos
y pedagógicos monólogos. Seducía la calidez de su voz y sus pausas; la
expresividad y el lenguaje de sus manos; la sencillez de sus gestos, tan
cercanos y familiares, penetrando sigilosamente en el corazón de los
espectadores.
Carles, allá donde se encuentre, estoy seguro de
que seguirá impartiendo lecciones magistrales, amables y divertidas, sobre la
siempre difícil tarea de educar a los hijos. In memoriam.
(Publicado
en 'Faro de Vigo' (05.06.2017), en la sección 'Cartas al Director')
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