Por Robert Newport
13 julio 2014
Mariano
Rajoy y Artur Mas, o viceversa, parece que están jugando al gato y al ratón.
Son, en este momento, por decirlo de algún modo, los Tom y Jerry de la política
en nuestro país. Uno dice: “Si me llama, nos vemos”. El otro replica: “Para
vernos, es necesario que me llame”. Parece aquella canción de Los Panchos: “Si
tú me dices ven, lo dejo todo…”. Están inmersos en un bucle, en una derrota
laberíntica sin sentido, que ellos mismos han construido, y ninguno de los dos
quiere dar el primer paso para poder salir. Olvidan -o no les interesa
recordar-, que son servidores públicos y que están ahí porque los ciudadanos
así lo han decidido con sus votos. Su obligación, por encima de su ego -del
que, ambos, van muy sobrados-, es velar por los intereses de todos. También de
los que no les han votado. Pero el señor Rajoy y el señor Mas, haciendo gala de
un egocentrismo sin límites, únicamente pretenden demostrar su hegemonía. Y el
problema territorial, que afecta al conjunto de España, continúa sin solución.
Decía el poeta y escritor argentino, Leopoldo
Marechal: “De todo laberinto se sale por arriba”. A lo que nosotros podemos
añadir: “…que es la única manera de tener altura de miras”. Pues, que vayan tomando nota.
(Publicado
en 'La Voz de
Galicia' del 16 de julio de 2014, en la sección 'Cartas al Director')
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