31 diciembre 2022
Amigo imaginario:
En mi carta del pasado día 20 de octubre, te comentaba que la recién llegada primera ministra británica, Liz Truss, había dimitido después de 44 días en el cargo. Pero ya hay nuevo primer ministro en el Reino Unido: Rishi Sunak, es de origen indio y tiene 42 años. En algo más de 200 años, es el primer ministro de origen indio y el más joven en ocupar el nº 10 de Downing Street, residencia oficial del primer ministro.
El martes 25 de octubre, recibió oficialmente el encargo del rey Carlos III para formar un nuevo Gobierno, un día después de su victoria en el seno del Partido Conservador británico, que experimenta una significativa crisis interna tras la dimisión de Liz Truss.
En su primer discurso, ya como primer ministro, se comprometió a unir al país y subrayó que «el Reino Unido se enfrenta a un profundo desafío económico».
Por su parte, Ursula Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, felicitó a Rishi Sunak y dijo: «En estos tiempos que ponen a prueba a nuestro continente, la Unión Europea cuenta con una relación fuerte con el Reino Unido para defender nuestros valores comunes y respetando completamente nuestros acuerdos, a pesar de la separación que hubo entre las dos partes con el Brexit».
Ahora, amigo mío, hemos de permanecer atentos a la marcha de los acontecimientos. No podemos hacer otra cosa. En cualquier caso, de lo que sí podemos estar seguros es de que se avecinan tiempos difíciles para todos.
Te supongo enterado de que se celebraron elecciones generales 2022 en Brasil (Domingo 2 de octubre, primera vuelta. Domingo 30 de octubre, segunda vuelta). Y Luiz Inácio Lula da Silva volverá a asumir el poder en enero de 2023, al haberse impuesto a Jair Messias Bolsonaro por una diferencia muy ajustada: 50,9% frente al 49,1%.
En cualquier caso, con Bolsonaro en la oposición, Lula da Silva no lo va a tener nada fácil. Si observamos los porcentajes de la segunda vuelta de las votaciones, el actual presidente ha perdido por la ínfima diferencia del 1,8%. Lo que quiere decir que Bolsonaro tiene el respaldo de un considerable número de seguidores. Y que, además, como ocurrió con Donald Trump en los Estados Unidos, todavía no ha reconocido su derrota.
La victoria de Lula da Silva propiciará que Brasil recupere la excelencia en el ámbito internacional que perdió durante el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, que se alineó con los Estados Unidos de Donald Trump, distanciándose de los gobiernos progresistas de América Latina, privilegiando alianzas con otros líderes ultras como el israelí Benjamín Netanyahu y el húngaro Vikto Orbán.
Transcurridas casi 48 horas del triunfo de Lula da Silva, el presidente Bolsonaro rompió su silencio con una intervención de apenas dos minutos, desde el Palacio de la Alborada de Brasilia, con este discurso:
«Quiero comenzar por agradecer a los 58 millones de brasileños que votaron por mí el pasado 30 de octubre.
Los movimientos populares actuales son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por la forma en que se llevó a cabo el proceso electoral.
Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas. Pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda que siempre han perjudicado a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción del patrimonio y la restricción del derecho de ir y venir.
La derecha surgió de verdad en nuestro país. Nuestra robusta representación en el Congreso muestra la fortaleza de nuestros valores: Dios, patria, familia y libertad.
Formamos diversos liderazgos por Brasil. Nuestros sueños siguen más vivos que nunca. Estamos a favor del orden y el progreso.
Incluso enfrentando todo el sistema, superamos una pandemia y las consecuencias de una guerra.
Siempre me han tachado de antidemocrático y, a diferencia de mis acusadores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución.
Nunca hablé de controlar o censurar los medios o las redes sociales.
Como Presidente de la República y ciudadano, seguiré cumpliendo todos los mandamientos de nuestra Constitución.
Es un honor ser el líder de millones de brasileños que, como yo, defienden la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera».
Amigo mío, a partir de enero del próximo año, el presidente electo, Lula da Silva, tendrá que enfrentarse a una oposición altamente tóxica y destructiva, que le pondrá las cosas muy difíciles. La alternancia política se caracteriza por utilizar la estrategia de confrontación: acoso y derribo del contrario. Aunque, inevitablemente, unos y otros, saben que, como políticos, han de asumir ciertos riesgos. Son las reglas de juego.
Volviendo a nuestro país, aumentan los problemas en los sistemas sanitarios en las autonomías por la falta de médicos. La situación se ha agravado especialmente en las comunidades de Madrid, Cantabria y el País Vasco, donde los facultativos han ido a la huelga en protesta por el exceso de trabajo. En el caso de Galicia, según he podido leer en la prensa, hay 600 médicos que están a punto de jubilarse y no hay reemplazo para ellos. En España hay carencia de médicos de determinadas especialidades. La medicina de familia es una de ellas.
«Formamos médicos excelentes, pero no son valorados como se merecen: no les ofrecen contratos dignos. Por ello, en lugar de ejercer en la atención primaria del sistema sanitario español, se van al extranjero, a las mutuas y a la sanidad privada».
Las consultas en Atención Primaria están saturadas: los médicos, desbordados, no disponen del tiempo mínimo necesario —estimado en 10 minutos por paciente— para hacer un diagnóstico fiable. Y no se vislumbra una solución a corto plazo.
Como tú sabes, el 24 de febrero de este año 2022, Ucrania fue invadida por el ejército ruso. Diez meses después, los incesantes bombardeos continúan causando destrucción y muerte. Y, visto lo visto, sospecho que con Vladimir Putin —«el rostro impenetrable»—, decidido a llegar hasta las últimas consecuencias, no existe la más remota posibilidad de establecer una vía de diálogo que ponga fin a esta sinrazón.
Otra cuestión que, lamentablemente, sigue estando de actualidad, es la violencia de género. Oficialmente, hasta el día de hoy (31.12.2022), han sido 49 las mujeres asesinadas este año en nuestro país por sus parejas o exparejas. La mitad habían presentado la correspondiente denuncia. ¿De qué sirve denunciar, si el agresor continúa viviendo con la víctima? El mero hecho de saberse denunciado precipitará la vengativa agresión mortal. Sólo es cuestión de tiempo. Por otra parte, ¿qué garantiza la orden de alejamiento? ¿Dónde está su eficacia? ¿No sería más lógico que el agresor portara un dispositivo de control telemático (pulsera)? Algo está fallando en el sistema, amigo mío, porque la escalada de violencia machista no parece tener fin.
Este año que termina, nos deja un «regalo envenenado»: China ha estado ocultando la existencia de una nueva variante del Covid. Según los datos facilitados por las autoridades chinas, aunque hemos de ser cautos, oficialmente hay cerca de 816.000 casos confirmados. Varios países, incluido España, exigirán una prueba PCR negativa a todos los viajeros procedentes del país asiático, salvo a aquéllos que justifiquen tener la pauta completa de vacunación.
En mi opinión, por aquello de «más vale prevenir…», la prueba PCR debería hacerse a todos los viajeros procedentes de China, sin excepción, tengan o no la pauta completa de vacunación. Porque la pandemia, que ya creíamos superada, podría sorprendernos de nuevo. Y las consecuencias podrían ser nefastas.
Es cierto que ahora disponemos de vacunas, pero desconocemos la efectividad frente a esta nueva variante. ¡Que la suerte nos acompañe!
Finalmente, estimado amigo imaginario, te comunico que Joseph Ratzinger, el Papa emérito Benedicto XVI, falleció hoy a los 95 años de edad en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al pontificado en el año 2013, según confirmó hoy en un comunicado la Santa Sede.
Estos son algunos de los últimos acontecimientos que se han producido en este año 2022, que hoy finaliza. Cuídate mucho. Que el próximo año nos sea leve a todos.
Un fortísimo abrazo.
Robert
20
octubre 2022
Amigo
imaginario:
Desde mi última carta (31.05.2022), los
acontecimientos se han precipitado como una cascada. No será tarea fácil
recopilar tanta información con la memoria como única herramienta. Me temo que
tendré que recurrir a lo que se ha publicado en los distintos medios.
Los 63 grandes incendios que se han
producido en nuestro país hasta agosto de este año, arrasaron algo más de
295.000 hectáreas según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios
Forestales (EFFIS). Las altas temperaturas y la ausencia de humedad por la
escasez de lluvias, han sido las causas principales. También las denominadas
tormentas secas o tormentas eléctricas. Sin olvidar la falta de saneamiento de
los montes. También las imprudencias. Y, naturalmente, la intencionalidad de
los pirómanos forestales. «Que, habelos, hailos».
En el Recinto Ferial IFEMA de Madrid,
los días 29 y 30 de junio, se ha celebrado la cumbre de la OTAN, coincidiendo
con el 40º aniversario de la adhesión de España a la Alianza Atlántica. Más de
10.000 agentes de distintos cuerpos velaron por la seguridad de los 5.000
asistentes, entre los que se encontraban más de 40 líderes mundiales, entre
ellos el presidente Joe Biden.
La invasión de Ucrania, el terrorismo
yihadista y la migración africana fueron los puntos que trataron en Madrid los
representantes de los países de la OTAN. La cumbre reafirmó la Alianza
Atlántica contra Rusia, otrora potencia amiga. Suecia y Finlandia solicitaron
unirse.
El 7 de julio, a la una y media de la
tarde, hora española, el primer ministro británico, Boris Johnson, compareció a
las puertas de Downing Street para anunciar su dimisión como jefe de Gobierno y
como líder del Partido Conservador. En unas breves declaraciones, Johnson
manifestó que era «la voluntad del Parlamento y la del partido» la que le llevó
a tomar esa decisión. «Nadie es indispensable en política», ha dicho. Y que, si
se había aferrado al cargo es porque consideraba que era su «obligación».
La exministra británica de Exteriores, Liz Truss (Mary Elizabeth Truss), de 47 años, es la sucesora de Boris Johnson como primera ministra del Reino Unido, y nueva líder del Partido Conservador.
En su adolescencia, según he podido
leer, la nueva primera ministra se declaraba «muy de izquierdas», asistía a
manifestaciones en contra de la corona británica y detestaba a Margaret
Thatcher, aunque ahora —¡quién lo iba a decir!—, se declara heredera de sus
doctrinas y planteamientos. Vivir para ver.
Liz Truss, que estudió economía y
política en la Universidad de Oxford, y militaba en un grupo liberal-demócrata
que pedía la abolición de la monarquía, es la tercera mujer en la historia del
Reino Unido en ocupar el cargo de primera ministra. Anteriormente, lo hicieron
las también conservadoras, Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May
(2016-2019).
En su ‘currículum’ consta que Truss se
volcó en la política después de estar diez años en el sector privado como
directora comercial de firmas como Shell Cable Wireless. Tras ser concejala
local en el sureste de Londres, en 2010 fue elegida para la House of Commons
por el distrito electoral de South West Norfolk. Desde 2012 forma parte de los
niveles más altos de la política británica hasta convertirse en la ministra de
Exteriores tras ocupar la secretaría de estado de Educación, ser ministra de
Medio Ambiente, de Justicia, de Comercio Exterior y, finalmente, de Exteriores.
En lo que se refiere al Brexit,
inicialmente Liz Truss se manifestaba en contra de la salida del Reino Unido de
la Unión Europea. Sin embargo, cuando asumió la cartera de Comercio Exterior,
fue la cara visible de las negociaciones comerciales entre ambas partes, y
cuando se produjo la salida resaltó los beneficios del acuerdo. «Donde dije
digo, digo Diego».
La siguiente noticia, amigo mío, también
tiene como escenario el Reino Unido. El pasado día 8 de septiembre, a los 96
años de edad, fallecía la reina Isabel II de Inglaterra en el Castillo de
Balmoral (Escocia). —El 9 de abril de 2021, a los 99 años de edad, en el
Castillo de Windsor, fallecía su esposo, el príncipe de Edimburgo—.
Su reinado, con sus luces y sombras, que
duró 70 años, fue el más largo de la Europa contemporánea. Su hijo, Carlos,
príncipe de Gales, le sucede en el trono como el rey Carlos III de Inglaterra.
En 1952, a la edad de 26 años, tras fallecer su padre, el rey Jorge VI del Reino Unido, la entonces princesa Isabel se convirtió en la reina Isabel II de Inglaterra. Durante su reinado, la soberana vio llegar a 15 primeros ministros al 10 de Downing Street —empezó con Winston Churchill, a quien admiraba profundamente—, 12 presidentes de Estados Unidos y siete pontífices de Roma. Visitó 130 países y recorrió una distancia equivalente a 42 vueltas al mundo. Presenció cómo sus militares participaron en conflictos bélicos como la guerra de Corea, del canal de Suez, las Malvinas, las dos del Golfo y la de Afganistán. Del mismo modo, vio estallar y acabar la violencia en Irlanda del Norte.
Amigo mío, hemos de reconocer que con el
fallecimiento de la reina Isabel II de Inglaterra, se le dice adiós a la
Monarca por excelencia, «buque insignia» de las monarquías europeas
contemporáneas. Sin Su Majestad la Reina, me atrevería a decir que el Reino
Unido ha perdido su seña de identidad. ¡God save the Queen!
La
guerra en Ucrania no parece que vaya a tener un final a corto plazo. Hoy,
jueves 20 de octubre, se cumplen 239 días desde el inicio de la invasión rusa.
Y Rusia continúa con su campaña de bombardeos de largo alcance —ahora con
drones kamikaze de fabricación iraní— a raíz de la explosión que causó un
incendio en el puente que une Crimea con Rusia, del que Moscú acusa a los
ucranianos. Ocho personas fueron detenidas por su supuesta implicación en la
explosión.
La
central nuclear de Zaporiyia perdió de nuevo, durante varias horas, la conexión
a la red eléctrica debido a un bombardeo en una subestación, lo que reaviva el
temor por desastre nuclear. El Organismo Internacional de la Energía Atómica
insiste en pedir una zona de seguridad en torno a la planta.
El
enfermizo empecinamiento de Vladimir Putin está desestabilizando la economía
mundial, obstaculizando los suministros energéticos y alimentarios. Una guerra
ilegal, tan inútil como innecesaria, que, como todas las guerras, causa
destrucción y muerte. Daños colaterales con víctimas inocentes que, como
siempre, pagan con su vida las consecuencias —los «platos rotos»— de la
sinrazón. Decía el historiador y geógrafo griego, Heródoto: «En la paz, los
hijos entierran a sus padres; en la guerra los padres entierran a sus hijos».
Ya
ves, querido amigo, que el mundo continúa enredado. Como decía mi bisabuelo, en
clara referencia a la letrilla de una canción popular: «Loco estaba el
mundo/cien años atrás,/loco lo encontramos,/ sigue y seguirá». También el
poeta costumbrista del siglo XIX, Aureliano Ruiz, nos recuerda con sus
populares letrillas que hay cosas que vienen de lejos y nos van dejando su
herencia: «…pues con su palabra
elocuente/muchos sabios han probado,/que es el destino presente/consecuencia
del pasado».
Estaba a punto de concluir esta carta, escribiendo el párrafo de despedida, pero me detuvo la noticia que estaban dando por la radio en los Servicios Informativos:
Hoy, 20 de octubre de 2022, Liz Truss
dimite como primera ministra del Reino Unido, tras 45 días en el cargo. «No
puedo llevar a cabo este mandato», ha manifestado. Y, delante del emblemático
10 de Downing Street, leía su discurso de dimisión, que comenzaba así:
«Llegué al cargo en un momento de gran
inestabilidad económica e internacional. Las familias y las empresas estaban
preocupadas por cómo pagar sus facturas. La guerra ilegal de Vladímir Putin en Ucrania
amenaza la seguridad de todo nuestro continente. Y nuestro país llevaba
demasiado tiempo frenado por el bajo crecimiento económico».
«Fui elegida por el Partido Conservador
con el mandato de cambiar esta situación. Cumplimos con las facturas de
energía y con la reducción de la Seguridad Social. Y establecimos una
visión para una economía de bajos impuestos y alto crecimiento, que
aprovecharía las libertades del Brexit».
«Sin embargo, reconozco que, dada la
situación, no puedo cumplir el mandato por el que
fui elegida por el Partido Conservador. Por lo tanto, he
hablado con Su Majestad el Rey para notificarle que dimito como líder del
Partido Conservador. Gracias». Concluía Liz Truss, poniendo fin a sus 44
días de mandato.
Liz Truss, la primera ministra inglesa
más breve de la Historia: la última de Isabel II y la primera de Carlos III.
Creo que ya es suficiente por hoy. Tal
vez me he extendido demasiado. Pero la abundancia de acontecimientos no me ha
permitido resumir más esta crónica epistolar. Cuídate mucho, amigo mío.
Un fuerte abrazo.
Robert
31
mayo 2022
Amigo
imaginario:
El día 14 de mayo, en Turín (Italia), se
celebró el Festival de Eurovisión 2022, y la canción que representaba a España:
'SloMo', interpretada por la cantante cubano-española ‘Chanel’,
quedó en un honroso tercer lugar.
No he
visto el festival, pero escuché por la radio las cinco primeras canciones. Me
gustó la que representaba al Reino Unido, ‘Space
Man’, interpretada por el cantante británico, ‘Sam Ryder’, que logró el segundo puesto.
El primero, por razones obvias, fue para la canción que representaba a Ucrania.
En el informativo ’24 horas’, de
Televisión Española —después de que la repitieran hasta la saciedad—, tuve la
oportunidad de ver la actuación de la representante española, ‘Chanel’.
Reconozco que la coreografía fue espectacular. Pero si a esa interpretación le
quitamos la erótico-festiva puesta en escena, la canción se queda en nada.
Absolutamente.
Es curioso comprobar cómo los años
cambian la percepción de las cosas. Tal vez porque soy mayor —lo que tengo
asumido desde hace tiempo—, muchas de las canciones actuales no tienen para mí
ningún significado. No me dicen nada. Porque una canción ha de ser una historia
en sí misma. Y el intérprete ha de saber imprimir el sentimiento necesario para
que las emociones que encierra esa historia lleguen al espectador.
Como puedes suponer, debido a mi edad,
tuve la oportunidad de ver muchas ediciones del Festival de Eurovisión. Y, año
tras año, fui comprobando la transformación que experimentaban los escenarios.
En los comienzos, debido a la precariedad de medios, la puesta en escena era
muy primaria. Pero la calidad de las canciones compensaba la falta de
vistosidad escénica. Ahora, desde hace varios años, las nuevas tecnologías
proporcionan unos efectos visuales extraordinarios. Muchas interpretaciones van
acompañadas de coreografías acrobáticas impactantes, aunque absolutamente
innecesarias. La calidad de las canciones, incomprensiblemente, parece que es
lo menos importante.
Pensarás, y no te falta razón, que soy
un nostálgico de la música y de las canciones de los años 60, 70 y 80 —también
canciones de décadas anteriores, canciones de siempre que se siguen escuchando
hoy—. Aunque reconozco, naturalmente, que no toda la música ni las canciones de
aquellos años tenían la suficiente calidad para considerarlas buenas. También
las había regulares y menos buenas, como en todas las épocas. Porque no todo
tiempo pasado fue mejor, para qué nos vamos a engañar.
Ahora bien. Vengo observando, desde hace
mucho tiempo, que algunos cantantes —como ocurre con algunos actores jóvenes—
tienen una pésima dicción. Vocalizan tan mal, que resulta muy difícil entender
lo que cantan o dicen. Y, del mismo modo, en algunas grabaciones, el exagerado
volumen de la música impide oír con claridad al cantante. Con los actuales
medios técnicos de grabación —además de los ingenieros de sonido, que
proliferan como setas— no comprendo cómo se pueden editar discos con ese sonido
tan lamentable.
No sé si estás enterado de que, el
pasado día 19 de este mes de mayo, el rey emérito llegó por la tarde a Galicia,
al aeropuerto de Peinador, en Vigo (Pontevedra) —procedía de Abu Dabi, donde
reside desde el año 2020—, para una estancia de cinco días, con la intención de
participar en una regata en Sanxenxo (Pontevedra), patroneando su barco
‘Bribón’. El nombre es muy significativo.
Según ha trascendido, el jet en el que
ha regresado a España es un Gulfstream G450, matriculado en Aruba (Antillas
Holandesas) propiedad de la compañía angoleña ‘Bestfly’.
En Sanxenxo, en las inmediaciones del
Club Náutico, una multitud le aclamaba: ¡Viva el rey! ¡Bienvenido, Majestad!
¡Cómo se encuentra, Majestad! Aplaudiendo con entusiasmo. Aunque también
alguien gritó: ¡Sinvergüenza! ¡Vividor! Todo un espectáculo, en el que los
teléfonos móviles de los enardecidos asistentes captaban imágenes del emérito
para el recuerdo. Francamente, no llego a comprender qué enfermizo interés
podía tener aquel vergonzoso espectáculo de absurda y obsoleta pleitesía.
Pero, claro, había un gran despliegue
mediático: cámaras de varias cadenas de televisión y de otros medios
informativos. Y nunca falta quien, en su papanatismo, aprovecha la ocasión para
jalear al «personaje» —da igual quien sea—, en un insustancial intento por
salir en televisión, revistas o periódicos. A nadie le importaba lo que Juan
Carlos I había defraudado a la Hacienda Pública, evadiendo cantidades ingentes
de dinero de dudosa procedencia. Pero, claro, como justificaba Alberto Núñez
Feijoo: «El rey emérito es un ciudadano que no tiene ninguna causa pendiente
con la Justicia y puede venir a España cuando lo considere oportuno, y si viene
a Galicia no tenemos más que darle la bienvenida». Así que ya lo sabes, querido
amigo imaginario. Todos tranquilos y contentos. ¡Viva el rey! (Aplausos).
Pero no debemos olvidar que el rey Juan
Carlos I no era un ciudadano cualquiera, ni un empresario que defrauda a la
Hacienda Pública o a la Seguridad Social. El rey, cuando delinquió, era el Jefe
del Estado. Ostentaba, entre otras funciones, la más alta representación del
Estado. Por tanto, estaba obligado a observar un comportamiento ejemplar. Sin
embargo, durante su reinado, la ejemplaridad ha brillado por su ausencia: no
sólo incumplió sus obligaciones fiscales defraudando a Hacienda, también tuvo
numerosas aventuras sentimentales. Algunas muy sonadas y comprometidas. Lo que
coloquialmente se denomina un «pichabrava». Pero no debe sorprendernos: «De
casta le viene al galgo».
No quiero terminar esta carta, amigo
mío, sin referirme a la última masacre ocurrida en Uvalde, un municipio
fronterizo de Texas, EE.UU., en un aula de la Robb Elementary School, una
escuela de primaria.
El sospechoso, un joven estadounidense
de 18 años, identificado como Salvador Ramos, que fue abatido por la policía en
el lugar del crimen, después de haber
matado a 19 niños, de entre 7 y 10 años de edad, y a dos maestras. Según ha
sido difundido en la prensa, radio y
televisión, antes de atacar la escuela, disparó en la cara a su abuela,
que se encuentra en estado crítico.
Según indicaron las autoridades, la
semana anterior a la masacre, poco después de cumplir los 18 años, Salvador
Ramos compró dos rifles semiautomáticos y abundante munición… Días después de
este luctuoso suceso, se celebró en Houston (Texas) la reunión anual de la
Asociación Nacional del Rifle, que defiende el derecho a portar armas en
EE.UU., a la que asistió el expresidente Donald Trump —otro pájaro de cuenta—.
Y, según he podido leer, en los EE.UU. hay 120 armas de fuego por cada 100
habitantes.
Hace algunos años, tras otra masacre, el
fiscal general de Texas, Ken Paxton, del Partido Republicano, llegó a sugerir
que la solución a los tiroteos en las escuelas era armar a los maestros. ¡Qué
disparate!
Recuerdo otro tiroteo, también muy
violento, en una escuela de Michigan —diciembre 2021—, pocos días antes de
Navidad. Y el congresista estadounidense, Thomas Massie, representante del
estado de Kentucky, publicó en las redes sociales una foto, a modo de felicitación
Navideña, en la que aparece con su esposa y sus cinco hijos, muy sonrientes,
delante del árbol de Navidad, todos ellos portando rifles de asalto. Y una leyenda que decía: "¡Feliz Navidad!
PD: Santa, por favor trae munición".
yahoo!noticias (27 mayo 2022), bajo
el titular: Estados Unidos: ¿La cultura
de las armas por encima de todo?, publicaba: «La eterna disputa política y
social sobre la conveniencia de seguir permitiendo la compra de armas de fuego
se encendió nuevamente en EE.UU. después del tiroteo en Uvalde. La Legislación
que condensa este debate es la Segunda Enmienda de la Constitución, que algunos
consideran anacrónica, mientras que otros la defienden por ser, dicen,
guardiana de su derecho fundamental».
Como puedes ver, la
posesión de armas en los Estados Unidos es algo consustancial. Forma parte de
su idiosincrasia. Pero, de tener armas de fuego como protección para
defenderse, pasaron a poseer rifles de asalto. Y luego se sorprenden. Hay una
frase del escritor francés, Gustave Flaubert, muy significativa: «No le demos
al mundo armas contra nosotros, porque las utilizará». ¡Sabias palabras!
Por hoy, querido
amigo, doy por concluida esta carta. Cuídate mucho. Y recuerda: las armas las carga el diablo.
Un fuerte abrazo.
Robert
Amigo
imaginario:
En mi carta anterior (28.02.2020), te decía
que Alberto Núñez Feijoo se presentaba como candidato a presidir el Partido
Popular nacional. Y, como era previsible, si salía elegido —era el único
candidato— renunciaría a la presidencia de la Xunta de Galicia.
Durante la campaña electoral, el señor
Núñez Feijoo ya no era el prototipo de político ponderado que conocíamos. En los
mítines estaba ‘desmelenado’ y su discurso era más agresivo, más provocador.
Los políticos —aunque no sólo ellos, ciertamente—, en campaña electoral, se
transforman. Experimentan una metamorfosis tan espectacular, que no los conoce ni
la madre que los trajo al mundo.
Tal vez se trate de una apreciación
personal. Pero lo cierto es que, escuchando las intervenciones ‘mitineras’ del
señor Feijoo, uno tenía la impresión de que, en lugar del candidato a presidir
un partido político (PP), se trataba más de un aspirante a la presidencia del
Gobierno de España. Lo que, sin ninguna duda, dicho sea de paso, es su objetivo
final. Su discurso era lo más parecido a un alegato cuya estructura:
Introducción, Contenido principal y Conclusión, estaba orientada a cotas más
altas dentro de la política nacional. Todo se andará.
La cuestión es que, durante el fin de
semana correspondiente a los días 1 y 2 del mes de abril, el Partido
Popular celebró en Sevilla su XX Congreso Nacional, en el que, con el 98,35% de
los votos, Alberto Núñez Feijoo fue proclamado presidente nacional del PP. Se
abre así un nuevo tiempo, en el que, el hasta ahora líder del partido, Pablo
Casado, ya es historia.
Alberto Núñez Feijoo, en su primera
reunión como presidente del Partido Popular, nombró parte del que será su núcleo de confianza. El equipo que
ahora forma su ejecutiva, según destaca el nuevo líder: «tiene una amplia
trayectoria orgánica, acreditada capacidad de gestión, y experiencia en
desafíos importantes».
Estos son sus nombres y trayectoria:
CUCA GAMARRA (LOGROÑO, 1978)
Fue el primer
nombre que se conoció de este nuevo equipo. La nueva secretaria general del
partido es la antítesis de su antecesor, Teodoro García Egea. La que ahora será
mano derecha de Feijoo no renunciará, al menos por ahora, al cargo que
ostentaba en la actualidad: portavoz del PP en el Congreso.
ELÍAS BENDODO (MÁLAGA, 1974)
La mano derecha
de Juanma Moreno y portavoz del Gobierno andaluz será también el nuevo coordinador
general del PP y número tres del partido. La idea de su elección viene
motivada por fortalecer al equipo con una persona que sirva de enlace con las
vicesecretarías y que aporte experiencia orgánica, institucional y de gestión.
ESTEBAN GONZÁLEZ PONS (VALENCIA, 1964)
Todas las quinielas
apuntaban su nombre para un puesto importante y lo ha conseguido. El
eurodiputado es ya el vicesecretario de Institucional, un área de
nueva creación con la que se pretende hacer oposición y controlar el área
internacional.
MIGUEL TELLADO (FERROL, 1974)
El gallego es
una persona clave dentro de esta ejecutiva puesto que es una de las personas de
máxima confianza de Feijoo. Se coloca como número cuatro y ocupa el cargo
de vicesecretario de Organización Territorial.
JUAN BRAVO BAENA (PALMA, 1974)
El nuevo vicesecretario
de Economía es otra de las personas clave en este equipo. Es inspector
de Hacienda y ha destacado por su saneamiento e impulso de la economía andaluza
liderando la Consejería de Hacienda de la Junta.
PEDRO ROLLÁN (MADRID, 1969)
El senador
asume el cargo de vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local.
Entre sus hitos como político destaca que fue el alcalde más votado de España
en Torrejón de Ardoz.
CARMEN NAVARRO LACOBA (ALBACETE, 1978)
La diputada por
Albacete, cercana al presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, es la
nueva vicesecretaria de Políticas Sociales.
CARMEN NAVARRO
No hay que
confundirla con la anterior. Esta Carmen Navarro se encargará de las cuentas,
ya que ha sido nombrada directora general de Finanzas.
DIEGO CALVO POUSO (SAN SATURNINO, 1975)
El presidente
del PP de La Coruña asume el cargo de presidente del Comité Electoral
del PP, un área dedicada a la configuración de las listas electorales.
JOSÉ ANTONIO MONAGO (QUINTANA DE LA SERENA, 1966)
El líder del PP
de Extremadura es ahora también el presidente del Comité de Derechos y
Garantías.
MAR SÁNCHEZ SIERRA (A Coruña, 1969)
La actual directora
de Comunicación de Feijoo se va con él a Génova, 13. En su nueva andadura en el
partido asumirá el cargo de directora de Área Proyección e Imagen.
MARTA VARELA PAZOS (SANTISO, 1983)
La periodista
es otro de los fichajes de máxima confianza de Feijoo, ya que trabajan juntos
desde hace muchos años. Ahora será la directora de Gabinete del
presidente del PP.
No dudo de las
grandes aptitudes de su flamante secretaria general, Cuca Gamarra. Pero recelo
de la actitud prepotente y arrogante de sus expresiones verbales. Me recuerda,
en cierto modo, a la portavoz del Grupo Parlamentario VOX en la Asamblea de
Madrid, Rocío Monasterio. El populismo y la demagogia continúan estando muy
presentes.
El pasado 6 de
abril, el nuevo presidente del Partido Popular
y líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, fue recibido por Su Majestad el
Rey en el Palacio de la Zarzuela en una audiencia que, según los medios de
comunicación, duró algo más de dos horas y media. Al día siguiente
(07.04.2022), lo recibió en la Moncloa el presidente del Gobierno. Una vez terminado
el encuentro con Pedro Sánchez, el señor Núñez Feijoo declaró que mantuvieron
«una conversación cordial, pero infructuosa».
Con un nuevo
piloto al timón, el PP inicia una difícil travesía por las turbulentas aguas
del actual panorama político español. Porque, aunque en la superficie parezca
que todo está en calma, en el fondo predominan las corrientes y, sobre todo, la
turbidez. Tengo la impresión de que en los aplausos, en los abrazos y en el
buen «rollito» de los correligionarios del partido, subyacen enquistadas rivalidades
y envidias que, tarde o temprano, se pondrán de manifiesto.
El señor Núñez
Feijoo llega con el ánimo de poner orden en un PP en el que las «intrigas
palaciegas» se han convertido en su seña de identidad. El Partido Popular
gobierna en cinco comunidades autónomas: Comunidad
de Madrid, Andalucía, Murcia, Galicia y Castilla y León. Y sospecho que no lo va a tener fácil. Es decir, que no se lo van a poner
fácil. Nada fácil.
Es muy probable
que mi animadversión hacia determinadas formaciones políticas, cuyos líderes se
erigen en ‘salva patrias’, influya tan negativamente en mis valoraciones. Teniendo
en cuenta, además, que —en ciertas cuestiones— suelo ser más visceral que
racional. Más intuitivo que informado. Y ello puede invalidar esas valoraciones personales porque pueden ser
consideradas subjetivas. Y lo asumo, con absoluta naturalidad, como no podía
ser de otra manera.
Observando el
comportamiento de ciertos políticos, podríamos concluir que estar en la
oposición es un verdadero «chollo». Por sistema, oponiéndose frontalmente, critica
y cuestiona cualquier acción o iniciativa del Ejecutivo. No tiene que tomar
decisiones —impopulares las más de las veces—, porque no es su responsabilidad.
Y, además, se ha librado de tener que gestionar situaciones de gran calado, como
la Pandemia del covid-19, la erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de
La Palma, la invasión rusa de Ucrania... cuya repercusión, a todos los niveles,
es superlativa. Pero, eso sí, siempre está dispuesta a «poner palos en las
ruedas».
También es
cierto, y así hemos de reconocerlo, que si cambian las tornas y el PP vuelve a
gobernar, el partido al que le corresponda estar en la oposición —llámese PSOE,
Vox o el Sursuncorda— se comportará exactamente igual que sus antecesores.
Porque la alternancia política es lo que tiene: lleva implícitos los mismos comportamientos,
los mismos defectos —aunque no las virtudes—, de los que le precedieron.
A mi modo de
ver y entender, existen tres clases de oposición. Constructiva: La que colabora con el Ejecutivo en iniciativas
consideradas de interés general. Destructiva:
La que rechaza, sistemáticamente, toda iniciativa que no sea la propia,
considerándose estar en posesión de la «única» verdad. Y Tóxica: La que, además de actuar como la oposición destructiva, sus
argumentos siempre van orientados a enturbiar cualquier iniciativa, venga de donde
venga.
En mi carta del
20 de febrero de este año 2022, te comentaba que en las elecciones a las Cortes
de Castilla y León, el PP había sido el ganador virtual. Sin embargo,
necesitaba pactar con VOX para poder gobernar. Y así fue. De manera que el
pasado 19 de abril, Alfonso Fernández Mañueco (PP) tomó posesión como
presidente de la Junta de Castilla y León. Y Vox formará parte de su Gobierno.
Pero en ese acto de investidura hubo una ausencia muy notable: el presidente nacional del Partido Popular,
Alberto Núñez Feijoo, alegando problemas
de agenda —que, sin duda, él habría programado a tal efecto—, no pudo asistir. Ese
mismo día (19.04.2022), en la sede nacional del PP de la calle Génova, por la
mañana, se reunía con el presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana
Empresa (Cepyme), y con el presidente de la CEOE. Y por la tarde, recibía a los
secretarios generales de la UGT y de Comisiones Obreras (CC.OO.).
Sin embargo, sí
asistieron: Mariano Rajoy, Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra y Ana Pastor.
Se ha
especulado mucho sobre la ausencia del señor Núñez Feijoo en aquel acto de
investidura. Todo apunta a que quiso evitar la fotografía con Santiago Abascal
(Vox). De momento, sólo de momento, lo ha conseguido.
Como puedes
comprobar, estimado amigo, los acontecimientos políticos se precipitan de tal
modo, cada día, que, aún a mi pesar, no puedo reprimir el impulso de hacer comentarios
sobre los mismos. Al mismo tiempo, las descalificaciones entre adversarios continúan
estando a la orden del día. Lo que, como tú sabes, me incomoda sobremanera.
Cambiando de
asunto. La Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania —eufemismo de una
invasión desaforada y cruenta—, continúa causando destrucción y muerte. El
pasado 20 de abril, Rusia, en un alarde de supremacía armamentista, lanzó su
nuevo misil intercontinental capaz de golpear a EE.UU. y destruir un área del
tamaño de Texas. Puede transportar una carga útil de hasta 15 ojivas nucleares.
«Hará que se lo piensen dos veces los que nos amenazan», dijo Putin.
La provocación
del presidente Putin parece no tener límites. Como tampoco los tiene su
desmesurada ambición de poder, como si pretendiera convertirse en un nuevo Zar de
Rusia. No sé si se trata de un sicópata, de un lunático, de un iluminado o de
un malvado. En cualquier caso, la invasión y el asedio al que está sometiendo a
Ucrania —bombardeando, indiscriminadamente, hospitales, colegios, centros
comerciales, zonas residenciales, estaciones de tren, convoyes con pasajeros…—,
lo convierten, sin paliativos, en un genuino criminal de guerra. Incluso, salvando
las distancias, podemos tener ante nosotros al ‘Adolf Hitler’ del siglo XXI.
Finalizo esta
carta, querido amigo, porque observo que la política se parece, cada vez más, a
una cloaca. Y no quiero, bajo ningún concepto, contaminarme con esa ‘materia’
viscosa y pestilente. La política… para los políticos.
Un fuerte
abrazo.
28
febrero 2022
Amigo
imaginario:
Como te decía en mi carta anterior, la
‘tormenta perfecta’ que se había producido en el PP, por la presunta trama de
espionaje del entorno de Pablo Casado al hermano de la presidenta de la
Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha tenido las primeras consecuencias:
el actual presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, dimite de su
cargo. Presiones internas y externas: barones, diputados y otros cargos de su
partido, así como masivas manifestaciones populares en distintas ciudades de
España, consiguen expulsarlo de la dirección del PP. Pero continuará como
presidente hasta que se celebre ese congreso el próximo mes de abril.
Alberto Núñez Feijoo, presidente de la
Xunta de Galicia, se postula como futuro presidente del Partido Popular. Esto
era previsible. De todos modos, si acepta dirigir el partido, no sé hasta qué
punto podrá compaginar los dos cargos con la necesaria solvencia. Lo más
probable, sospecho, —y todo apunta en esa dirección—, será que renuncie a la
presidencia de la Xunta… Te informaré puntualmente del rumbo que tomen los acontecimientos.
Ahora,
querido amigo, pongo en tu conocimiento un hecho de la máxima gravedad, cuyas
consecuencias no me atrevo a imaginar: Vladimir Putin, exagente del KGB y
actual presidente de Rusia, el pasado día 24 de este mes de febrero que hoy se
extingue, al filo de las cinco de la mañana, lanzó una ofensiva militar sobre
Ucrania. Los primeros impactos en la capital, Kiev, fueron sobre instalaciones
militares, incluido un aeropuerto militar y el aeropuerto internacional
Borispil.
La inteligencia estadounidense había
advertido, varias semanas antes, que Putin tenía la intención de invadir
Ucrania. La maquinaria diplomática se puso en marcha. El presidente de Francia
y presidente de turno de la UE, Emmanuel Macron, ha intentado lograr una salida
diplomática a este conflicto Rusia-Ucrania, reuniéndose con el presidente ruso
en dos ocasiones. Pero todo ha sido inútil.
La ambición de poder, político y
militar, de este autócrata despiadado, nostálgico del totalitarismo de la
extinta URSS, podríamos aseverar que representa la seña de identidad del
presidente Putin, que no se inmuta cuando los bombardeos destruyen hospitales y
escuelas… Y se muestra indiferente ante el derramamiento de sangre de víctimas
inocentes, consecuencia de esta brutal invasión.
La impotencia de los médicos por la falta
de medicinas y medios técnicos para atender a sus pacientes en improvisadas
enfermerías en los sótanos, es desgarradora. Mujeres con sus bebés recién
nacidos, algunos prematuros, sin incubadoras. Tampoco le importa que centenares
de miles de ucranianos tengan que abandonar sus hogares —familias enteras:
mujeres con niños de corta edad, y ancianos—, recorriendo cientos de kilómetros
hasta las fronteras de los países vecinos, en un éxodo hacia un futuro incierto.
Pero los hombres se quedan para defender a su patria de la sinrazón de una invasión
feroz, dejando que sus mujeres y sus hijos se pongan a salvo fuera de aquel
infierno. Desgarradoras e interminables despedidas, entre abrazos y llantos, con
la incertidumbre de no saber si volverán a verse.
Esta guerra, que no sabemos cuánto
durará, tendrá, inevitablemente, graves repercusiones económicas a nivel global.
Y también, lamentablemente, un elevado coste en vidas humanas. Las dos guerras mundiales, conjuntamente, han
causado 100 millones de muertos, entre soldados y población civil. Y ahora, por
el capricho de un ‘iluminado’, podemos vernos envueltos en una contienda de
proporciones insospechadas. Puede volver a repetirse la historia. Definitivamente,
no hemos aprendido nada.
Hace algún tiempo, en un contexto diferente,
un comentarista radiofónico pronunció una irónica frase que, en el actual
contexto bélico, hago mía: «Señor Putin, por favor, tómese la medicación. No vayamos a
tener un disgusto».
Y esto es todo por hoy, querido amigo.
Un fuerte abrazo.
Robert
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