01 julio 2016
Los
resultados de las elecciones del 26J, como era previsible, indican claramente
que es condición sine qua non, ahora
más que nunca, que haya acuerdos responsables que garanticen la gobernabilidad.
Me temo, sin embargo, que lograr los pactos necesarios no será tarea fácil. Si
no consiguen ponerse de acuerdo, el actor principal del Partido Popular tendría
que gobernar en minoría. Y ese sería un escenario poco deseable.
Es
incuestionable que el PP ha sido el partido más votado. Ha ganado las
elecciones, a pesar de la corrupción y de las maniobras conspirativas del
ministro del Interior. Pero la situación es parecida a la de hace seis meses.
La diferencia radica en que el señor Rajoy, con más escaños que en la anterior
convocatoria, ahora sí está dispuesto a negociar con las distintas formaciones.
¿Por qué no lo hizo después del 20D, en lugar de instalarse en la estrategia
del inmovilismo? ¿Por qué antepuso los intereses personales y partidistas al
interés general? Hemos desperdiciado seis meses, y despilfarrado dinero
público, inútilmente y sin justificación. Un comportamiento irresponsable. Tal
vez, sin que tengamos conciencia de ello, continuemos siendo la España de charanga y
pandereta que Antonio Machado describe de forma perfecta en su poema El mañana efímero. Quizá, quizá.
[Publicado en ‘La Voz de Galicia’ (03.07.2016), y en ‘Faro de Vigo’ (14.07.2016), en la sección 'Cartas al Director']
[Publicado en ‘La Voz de Galicia’ (03.07.2016), y en ‘Faro de Vigo’ (14.07.2016), en la sección 'Cartas al Director']
No hay comentarios:
Publicar un comentario