Por Robert Newport
28 octubre 2014
¡Esto es insoportable! Cada día desayunamos con un
nuevo caso de corrupción. Delitos de cohecho, blanqueo y evasión de capitales,
prevaricación, tráfico de influencias, falsedad documental, malversación de
fondos públicos… Y un largo etcétera de ilegalidades que, finalmente, acabamos pagando
todos los ciudadanos.
Este país de ha convertido en un enfermo crónico. Los
focos de infección (tumores), antes muy localizados, han invadido todos los estamentos
(órganos vitales) públicos y privados: partidos políticos, gobiernos
autonómicos, diputaciones provinciales, ayuntamientos, sindicatos, entidades
bancarias, empresas constructoras… -modernas cuevas de Alí Babá de ladrones
insaciables (células malignas)-, derivando en un cuadro clínico de metástasis
que es necesario tratar, urgentemente, con terapia sistémica.
Por
ello, para evitar que estos delitos prescriban, es preciso que la Justicia proceda con razonable
diligencia, ejerciendo todo su poder con la determinación y contundencia que
permita la Ley.
(Publicado
en 'Faro de Vigo' del 06.11.2014, en la sección 'Cartas al Director')
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